Los huecos que la cruz del perdón dejó en el cuerpo de Jesús resucitado son el puente con Dios. En un gesto de gran misericordia, de mucho amor, Jesús consuela y fortalece a sus discípulos en la fe. Y a Tomás, que llega tarde, recién 8 días después, Jesús le tiene paciencia, lo espera, se le presenta resucitado. Y en un verdadero cuerpo a cuerpo le permite poner su mano en el agujero del corazón que el lanzazo del soldado abrió en su pecho, liberando una vertiente mansa y purificadora de sangre y agua.
En esta misericordia, en este perdón de la cruz - marcada con los clavos y la lanza que atravesaron el cuerpo de Cristo, para sujetarlo al leño y abrirle el corazón- está la clave de la reconciliación; de la comunión; del encuentro en la paz y la alegría de Dios con los hombres y de los humanos entre sí. Los huecos que la cruz dejó en el cuerpo de Jesús resucitado son puente entre Dios y los hombres, son el túnel -como el toma corriente-, que nos conecta con Dios. Por eso Tomas, después de meter el dedo en las huecos de las manos y de meter su mano en el hueco del corazón de Jesús resucitado expresa: ¡Señor mío y Dios mío! Porque está en contacto y comunión directa y viva con Dios misericordia, que nos cura del mal y nos llena con la fuerza potente de su amor vencedor.
En esta misericordia, en este perdón de la cruz - marcada con los clavos y la lanza que atravesaron el cuerpo de Cristo, para sujetarlo al leño y abrirle el corazón- está la clave de la reconciliación; de la comunión; del encuentro en la paz y la alegría de Dios con los hombres y de los humanos entre sí. Los huecos que la cruz dejó en el cuerpo de Jesús resucitado son puente entre Dios y los hombres, son el túnel -como el toma corriente-, que nos conecta con Dios. Por eso Tomas, después de meter el dedo en las huecos de las manos y de meter su mano en el hueco del corazón de Jesús resucitado expresa: ¡Señor mío y Dios mío! Porque está en contacto y comunión directa y viva con Dios misericordia, que nos cura del mal y nos llena con la fuerza potente de su amor vencedor.