ALMUDENA CRUZ La Catedral recupera poco a poco su majestuosidad. Cinco de las bóvedas de la nueva cubierta del templo dedicado a la Virgen de los Remedios, ya están terminadas. Según explicó el deán de la Catedral, Julián de Armas, "las obras avanzan a buen ritmo, mejor de lo esperado".
Concretamente, ya han sido hormigonadas tres de las bóvedas del cuerpo central del templo y las correspondientes a las dos capillas laterales a la entrada principal de la Catedral: la del baptisterio y la de Santa Bárbara. Una vez empezada esta fase, ya no hay quien pare a los obreros, pese a las incertidumbres sobre si el Estado va a cumplir finalmente con su compromiso de financiar la rehabilitación.
Los fondos estatales sufragarán el coste de reposición de las bóvedas y la cúpula del edificio. El Ministerio de Cultura ha asegurado que entregará el dinero antes de diciembre de 2014. A pesar de la incertidumbre que genera la tardanza en la respuesta oficial del Estado, la obra no se ha detenido. En estos momentos, medio centenar de personas trabajan en este proyecto dirigido por el arquitecto José Miguel Márquez Zárate.
El Obispado no las tiene todas consigo. El convenio de financiación con el Estado sigue vigente y la partida destinada este año para las obras fue incluida en los presupuestos. "Pero el dinero no ha llegado. Estamos esperando a que nos ingresen esos 1,4 millones euros para este año", se lamentó De Armas.
Ante este retraso, los responsables del Obispado ya se han puesto en contacto con el Ministerio. "Estamos en contacto permanente con el Gobierno central y solo esperamos que cumplan con lo pactado", precisó el sacerdote.
"Mientras esperamos, seguimos encofrando las siguientes bóvedas para luego verter el hormigón", añade el responsable del Cabildo Catedral. Faltan, todavía , 25 bóvedas más, aparte de la cúpula central, que rematará la iglesia lagunera. "Nuestra intención es que el techo esté listo en septiembre de 2013, coincidiendo con el centenario de la construcción de la Catedral", dijo el portavoz del Obispado.
Por otro lado, ya se ha iniciado una campaña de recaudación de fondos para amueblar la iglesia una vez la obra haya concluido. Para ello, el Obispado ofrece los bancos de La Catedral para que patrocinadores privados compren el mobiliario. Cada banco, dependiendo de su tamaño, cuesta entre 750 y 1.900 euros. "Es una forma de contribuir con nosotros y ya hemos vendido 54", adelantó De Armas.
Concretamente, ya han sido hormigonadas tres de las bóvedas del cuerpo central del templo y las correspondientes a las dos capillas laterales a la entrada principal de la Catedral: la del baptisterio y la de Santa Bárbara. Una vez empezada esta fase, ya no hay quien pare a los obreros, pese a las incertidumbres sobre si el Estado va a cumplir finalmente con su compromiso de financiar la rehabilitación.
Los fondos estatales sufragarán el coste de reposición de las bóvedas y la cúpula del edificio. El Ministerio de Cultura ha asegurado que entregará el dinero antes de diciembre de 2014. A pesar de la incertidumbre que genera la tardanza en la respuesta oficial del Estado, la obra no se ha detenido. En estos momentos, medio centenar de personas trabajan en este proyecto dirigido por el arquitecto José Miguel Márquez Zárate.
El Obispado no las tiene todas consigo. El convenio de financiación con el Estado sigue vigente y la partida destinada este año para las obras fue incluida en los presupuestos. "Pero el dinero no ha llegado. Estamos esperando a que nos ingresen esos 1,4 millones euros para este año", se lamentó De Armas.
Ante este retraso, los responsables del Obispado ya se han puesto en contacto con el Ministerio. "Estamos en contacto permanente con el Gobierno central y solo esperamos que cumplan con lo pactado", precisó el sacerdote.
"Mientras esperamos, seguimos encofrando las siguientes bóvedas para luego verter el hormigón", añade el responsable del Cabildo Catedral. Faltan, todavía , 25 bóvedas más, aparte de la cúpula central, que rematará la iglesia lagunera. "Nuestra intención es que el techo esté listo en septiembre de 2013, coincidiendo con el centenario de la construcción de la Catedral", dijo el portavoz del Obispado.
Por otro lado, ya se ha iniciado una campaña de recaudación de fondos para amueblar la iglesia una vez la obra haya concluido. Para ello, el Obispado ofrece los bancos de La Catedral para que patrocinadores privados compren el mobiliario. Cada banco, dependiendo de su tamaño, cuesta entre 750 y 1.900 euros. "Es una forma de contribuir con nosotros y ya hemos vendido 54", adelantó De Armas.
Luego, avanza el Deán, "habrá que preocuparse también de la restauración que todos los retablos que quedaron dentro del templo cuando tuvo que ser cerrada por el peligro de derrumbe de sus cubiertas". "Todo fue debidamente cubierto, pero es que han pasado once años de espera y habrá que ponerlos a punto", precisó.
Una vez hormigonadas, las bóvedas quedarán cubiertas en su cara exterior por unas láminas de cobre. Para reponer los techos del templo de la Calle de La Carrera se están empleando los materiales más resistentes y novedosos del mercado: fibras de polipropileno, armaduras de fibra de vidrio y arenas procedentes de Andalucía.
Asimismo, se ha optado un encofrado doble. Después, se emplea un hormigón autocompactables que es más espeso que el hormigón habitual. Una vez desencofrada la estructura, la bóveda se seca a una mayor rapidez lo que permite continuar con la siguiente.
Los graves problemas estructurales vienen de los orígenes del templo. Hace ya 113 años, en 1897, se demolió un edificio anterior cuyos pilares no soportaron las sucesivas ampliaciones a partir de la pequeña ermita que mandó construir el conquistador de Tenerife, Alonso Fernández de Lugo. Se decidió entonces realizar otro edificio, con una gran desventaja que a la postre fue definitiva: Canarias sufría una grave crisis y el Obispado se vio forzado a ahorrar todo lo posible. La nueva Catedral, levantada entre 1908 y 1913, costó 2.850 euros (450.000 pesetas), a base de emplear materiales de bajísima calidad, como arena.
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