jueves, 2 de junio de 2016

CATEQUESIS PARA EL MES DE JUNIO: "VESTIR AL QUE ESTÁ DESNUDO"



Experiencia humana
Como sabemos, nuestro mundo produce suficientes recursos para que todas las personas tengan lo necesario para vivir dignamente, pero tristemente no existe un reparto equitativo de los bienes. El egoísmo, los intereses, la ambición desmedida dan lugar a la dolorosa paradoja de que mientras la sociedad opulenta derrocha la mayor parte de los bienes, multitud de seres humanos no logran salir de su miseria. Con este planteamiento de fondo, sin embargo, también asistimos desde hace décadas a un movimiento solidario que, superando el pesimismo, trata de poner los medios que están a su alcance para compartir con quien no tiene.


¿Conocemos alguna iniciativa solidaria que se haya llevado a cabo en nuestro entorno? ¿Hemos podido participar de alguna acción en favor de quien lo necesita?


 Desde la década de 1990 el mundo de la moda ha sufrido un cambio radical tras el impacto de la globalización económica y cultural: no sólo ha cambiado el sistema de producción, distribución y comercialización, sino que marcó el comienzo de nuevos tipos de relaciones entre los consumidores y los objetos. Lipovetsky, (2007) y Bauman (2007) coinciden al afirmar que los autores los seres humanos nos hemos convertido en seres guiados por el “usar y tirar”, por la creciente sensación de que todo es efímero y que los productos que compramos y utilizamos tienen una vida útil muy reducida: siempre empujados por lo nuevo, por más velocidad, más estilo o simplemente, por un deseo inexplicable “por el cambio”.  (Ana Martínez Barreiro, Departamento de Sociología y Ciencia Política y de la Administración, Universidad de la Coruña)

Karibu es una ONG que atiende a inmigrantes subsaharianos en Madrid. Uno de sus servicios más demandados es el ropero, al que acuden miles de africanos que no tienen con qué vestirse. María del Carmen lleva 15 años como voluntaria, dando testimonio entre sus hijos y nietos de la importancia de vestir al desnudo. «Estas personas no tienen ni ropa ¡y son iguales que yo! ¿Qué he hecho yo para nacer en España y no en África? Nada. Entonces, ¿por qué puedo cambiar de ropa cuando quiera y ellos no tienen ni un jersey en invierno? Si no tuviera fe, quizá no estaría aquí, pero creo que vestir al desnudo es una obligación humana».
(Tomado de www.catholic.net: “vestir al desnudo” (Antonio Rivero, L.C)
 

Experiencia cristiana

 “Estaba desnudo y me vestisteis” (Mateo 25, 36). El Papa explicó que en este año Santo se necesita armonizar el hacer con el ser porque: no basta con hacer obras de misericordia, sino que hay que ser misericordiosos con los demás” y citó a san Juan de la Cruz: “en el ocaso de nuestras vidas, seremos examinados en el amor”.

Texto-experiencia real: Las Claras envían a Angola un contenedor con 20.000 kilos de alimentos y ropa

"Gracias a la colaboración de entidades y personas anónimas, las monjas de clausura de Santa Clara llenaron ayer entre las 07:00 y las 12:00 horas un contenedor de 40 pies, con 20.000 kilos de alimentos, ropa, calzado y un importante material sanitario donado por el hospital La Colina y la familia del fallecido oftalmólogo Fornier, que salió más tarde para Angola, donde se piensa que llegará dentro de 20 días.

El contenedor fue llenado gracias a la colaboración de 20 voluntarios y la empresa Dyrecto de forma desinteresada, cuyo representante destacó que, gracias al reportaje previo de El Día, la gente de la Isla respondió con tanta solidaridad que en el convento quedó mercancía como para enviar otro segundo contenedor el próximo mes. Lo que todavía hace falta es que determinados organismos oficiales o empresas, como ha hecho Fred. Olsen, den ayuda económica para pagar la totalidad del gasto del envío del contenedor.

La superiora del convento de Santa Clara, Sor María Luz, estaba ayer muy contenta con el envío y mucho más su hermana, el alma de este proyecto, Sor María Belén.

El hospital La Colina donó una máquina de rayos X, una máquina de respiración asistida, vitrinas, ordenadores y material sanitario como gasas y algodón. Por su parte, la familia del prestigioso y ya fallecido oculista Fornier dio todo el material de su consulta.

Es de destacar que el contenedor va precintado y no será abierto hasta que llegue a su lugar de destino que es Luanda, para distribuir el material sanitario en el hospital que tienen en el lugar las monjas Clarisas, mientras que la ropa y los alimentos beneficiarán mucho a los ingresados en la leprosería, a los niños huérfanos que transitan solos las calles y a los pobres.

Las monjas agradecen la ayuda a todo el pueblo de Tenerife y especialmente a las donaciones y ayudas del hospital La Colina, Fred. Olsen, Palacio Hindú, arciprestazgo de Taco y el colegio Santa María, cuya ayuda logrará lo que persiguen las Clarisas, como es aumentar la calidad de vida de quienes sufren la pobreza en la localidad de Luanda". (Noticia real publicada en el periódico tinerfeño El Día, el 4 de marzo de 2007)


¿Conocías esta acción? ¿Es posible la colaboración entre la comunidad cristiana y las entidades públicas o privadas? ¿Podrías poner ejemplos de otras acciones que conozcas?


Expresión de fe. La fe hecha vida

Cuando hablamos de misericordia no nos quedamos solamente en el plano espiritual, también hay obras llamadas “corporales”, que se materializan en las necesidades reales de nuestros hermanos. Es el Dios de misericordia quien nos invita a actuar con el hermano como aquel Buen Samaritano que se detuvo en su camino para dedicar tiempo, esfuerzo y medios a la atención de quien se encontró herido, tumbado en el camino de la vida (Cfr. Lc 10, 25-37).

 Reflexiona y comparte en grupo
 Dice Marko Rupnik sj que “el vestido tiene que ver con la identidad más profunda de la persona. Tan es así que la desnudez es la pérdida de esa identidad y expresa su cercanía a la muerte”. Entonces, lo de vestir al desnudo ya no es solamente dar nuestra ropa pasada de moda a Cáritas, sino que se convierte en la obra de ayudar a recuperar la intimidad y la profundidad de la persona, crear espacios, situaciones, relaciones que colaboren en la rehabilitación del que ha perdido sus rasgos más íntimos.
Vestir al desnudo exige un profundo respeto, pues no se trata de imponer mis gustos o mi visión de la vida. Se trata de acompañar a quien necesita restaurar su humanidad, lo mejor de su modo de proceder y de situarse ante la vida; es ofrecer abrigo al que siente frio para que no bajen sus defensas. Vestir al desnudo no es hacer de estilista que crea algo nuevo, que experimenta con colores, tejidos y peinados, sino ayudar a descubrir o redescubrir el fin para el que ha sido creado, a vivir vidas con sentido y horizonte, a ver lo que Dios nos ha dado para que nuestra vida vaya a más. (pastoralsj.org)

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