domingo, 3 de abril de 2016

XXV ANIVERSARIO DE LA CASA DE ACOGIDA MADRE DEL REDENTOR

Hoy, 3 de abril, se celebrará el XXV aniversario de la fundación de la Casa de Acogida “Madre del Redentor” situada en El Sauzal.

Esta casa fue promovida por iniciativa del obispo emérito, Damián Iguacen, y con la colaboración de toda la diócesis para acoger a personas mayores necesitadas, sin recursos económicos o sin familia y con distintos niveles de dependencia. Abrió sus puertas el 10 de febrero de 1991, y desde entonces ha atendido a más de 1.500 personas procedentes de varias partes del archipiélago y también de otros lugares.

Para celebrar este 25 aniversario se han previsto dos actos significativos que estarán presididos por el obispo, Bernardo Álvarez. Por un lado, el domingo 3 de abril, a las 12:00 horas, en La Catedral se celebrará una Eucaristía de acción de gracias y, posteriormente, a las 14:00 horas, habrá un almuerzo solidario en la Sala Castillo de Tegueste.

Por otro lado, el 17 de abril, a las 19:00 horas, tendrá lugar un Festival Solidario organizado por "Los Sabandeños", en el Teatro Leal de La Laguna.

La Casa de Acogida es una realidad diocesana que surgió con ocasión del llamado Año Mariano. En la homilía del obispo Iguacen Borau pronunciada en la eucaristía de inauguración de la Casa de Acogida indicaba que en ese día comenzaba “a ser realidad el sueño, la ilusión que brotó en nuestros corazones durante el Año Mariano al contemplar a la Virgen María proclamando el amor preferencial de Dios por los pobres”. Además, el hoy obispo emérito señalaba los tres valores que tiene esta Casa: la acogida, el estímulo a la sociedad para que atienda esta carencia de tantas personas desasistidas procedentes del ámbito sanitario; y el recuerdo y estímulo permanente para que todos seamos más acogedores unos de otros.

Julián de Armas, desde su comienzo y hasta hoy ha estado al frente de esta Casa. “Las bodas de plata de esta obra social presentan un balance muy positivo”. “Nuestro objetivo es dar una asistencia de calidad e integral para alcanzar el bienestar de la persona en la recta final de su vida”- explica.

“Han sido años de muchos desvelos y preocupaciones, puesto que estamos ante una obra que no tiene una financiación asegurada para atender debidamente a los 136 ancianos que acoge. Ahora bien, también ha habido y hay muchas satisfacciones al poder contribuir a hacer la vida más feliz a cientos y cientos de ancianos- señaló De Armas.

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