LOS SACERDOTES QUE ESTÁN CELEBRANDO SUS 25 AÑOS DE ORDENACIÓN PARTICIPARON EN LA MISA PRESIDIDA POR EL PAPA EN SANTA MARTA

Los
 sacerdotes de nuestra diócesis que están en Roma estos días, celebrando
 sus bodas de plata sacerdotales, pudieron celebrar junto al Papa 
Francisco, la Eucaristía este
 24 de abril. Los referidos presbíteros son: Francisco Ignacio 
Hernández, Gabriel Morales, Juan Manuel Yanes y Juan Ramos. Igualmente, 
se encuentra con ellos el vicario general, Domingo Navarro, quien 
cumpliera sus 25 años de ordenación en 2014. Todos ellos pudieron 
participar en la misa matutina de este viernes, presidida por el Santo 
Padre, en la Capilla de la Casa Santa Marta.
Según
 apuntó Juan Manuel Yanes, en nombre del grupo de sacerdotes diocesanos,
 se trató de una Eucaristía sencilla que pudieron vivir con mucho gozo. 
Al finalizar la celebración, el obispo de Roma los saludó 
afectuosamente, les preguntó por el obispo nivariense y tuvo unas 
palabras de recuerdo hacia el santo José de Anchieta. Además, el Papa 
Francisco, les animó a seguir adelante en el ministerio sacerdotal.

En
 la homilía, partiendo del encuentro de Pablo con Jesús, el Santo Padre 
invitó a los participantes en la Eucaristía, a hacer memoria de cada 
encuentro personal con el Señor, a permanecer en ese encuentro y a 
renovarlo cotidianamente en la Eucaristía.
NOTA DE RADIO VATICANO:
(RV).-
 Recordar la primera vez que sentimos a Jesús a nuestro lado y ver en 
los Evangelios cómo Jesús encuentra a la gente. Reiterando que Jesús 
nunca olvida el día en que nos encontró por primera vez, alentó a pedir a
 Dios ‘la gracia de la memoria’ para recordar siempre, precisamente, 
nuestro encuentro con Jesús, que es único para cada uno, es el primer 
amor.
En
 su homilía de la Misa matutina en la Capilla de la Casa de Santa Marta,
 el Santo Padre hizo hincapié en que Jesús elige un encuentro, como 
forma de cambiar la vida de los demás. Juan y Andrés, que pasan con el 
Maestro toda la velada. Simón que se vuelve la ‘piedra’ de la nueva 
comunidad. La Samaritana, el leproso, que regresa para agradecer por 
haber sido sanado, la mujer que queda sanada al tocar la túnica de 
Cristo.
El primer encuentro
Evocando,
 con la liturgia del día, el encuentro, cerca de Damasco, de Jesús con 
Saulo, que de persecutor anticristiano se vuelve Apóstol, el Papa se 
refirió a los encuentros con el Señor. Encuentros decisivos que deben 
llevar al cristiano a no olvidar nunca el primer momento en que 
percibimos la cercanía de Jesús a nuestro lado:
«Él
 nunca olvida, pero nosotros olvidamos nuestro encuentro con Jesús. Y 
ésta sería una bella tarea para hacer en casa: pensar en cuándo sentí al
 Señor cerca de mí, de verdad. ¿Cuándo sentí que debía cambiar de vida, o
 ser mejor, o perdonar a una persona? ¿Cuándo sentí al Señor que me 
pedía algo? ¿Cuándo encontré al Señor? Porque nuestra fe es un encuentro
 con Jesús. Éste es el fundamento de nuestra fe: he encontrado a Jesús 
como Saulo hoy».
La memoria de cada día
Preguntémonos
 sinceramente, aconsejó una vez más el Obispo de Roma: ¿cuándo Señor me 
dijiste algo que cambió mi vida o me invitaste a dar ese paso en mi 
vida?:
«Ésta
 es una bella oración y les recomiendo que la recen cada día. Y cuando 
te acuerdas, te alegras con eso, con ese recuerdo que es un recuerdo de 
amor. Otra bella tarea es la de leer los Evangelios y ver tantas 
historias. Ver cómo Jesús encuentra a la gente, cómo elige a los 
apóstoles, cómo hay tantos encuentros con Jesús allí. Quizá alguno se 
parezca al mío. Cada uno tiene el suyo».
No olvidemos nunca el primer amor
Para
 Cristo su relación con nosotros es de predilección, es una relación de 
amor, una relación de ‘tú y yo’, volvió a subrayar el Papa:
«Rezar
 para pedir la gracia de la memoria: Señor ¿cuándo fue ese primer 
encuentro, ese primer amor? Para no escuchar ese reproche que dirige el 
Señor, en el Apocalipsis: debo reprocharte que hayas olvidado el primer 
amor»
Comentarios
Publicar un comentario