miércoles, 8 de mayo de 2013

La obra del cimborrio de la Catedral empieza tras retirar el techo provisional

Domingo Barbuzano, La Laguna

Las obras de construcción del cimborrio o gran cúpula central de la Catedral de La Laguna dieron comienzo ayer con la retirada de parte del techo provisional de láminas de metal que se pusieron en su día para que no se mojara el interior del templo.

Las calles Bencomo y Deán Palahi fueron cortadas al tráfico en algunos momentos para que entraran las grúas de alto porte.

Esta es una gran noticia para la ciudad de La Laguna, ya que indica que las obras de reconstrucción del techo del templo lagunero entran en su recta final, ya que con la construcción del gran cimborrio quedará terminado el techo catedralicio.

Recientemente, el constructor de la obra, Víctor Rodríguez, decía que las obras se habían ejecutado en un 90% y que siempre le ha gustado terminar los trabajos antes del plazo. Pues cuando han pasado pocos días de dichas declaraciones, ayer los laguneros mostraban su alegría al ver el movimiento de grúas retirando planchas, para dentro de poco ver de nuevo alzarse hacia las alturas el cimborrio, que, desde lejos, identificaba a la Catedral en el centro del casco histórico.

Sobre el deterioro de la gran cúpula, como de todas las bóvedas, tenemos el testimonio de 1986, en que dicho elemento presentaba la descomposición de los morteros de recubrimiento, especialmente los del exterior.

Ello llevó a que en 1988 el cimborrio fuera picado y luego recubierto con una nueva capa de mortero más resistente y resinas especiales, colocando incluso láminas de plomo más presentes en las bóvedas.

El 1 de noviembre de 1994, José Siverio, con motivo de los actos del V Centenario de la Fundación de La Laguna, dijo que le parecía "lamentable el estado que presenta el cimborrio y bóvedas, sin ofrecer garantías para la seguridad del público".

Como se dijo en su día al comenzar las obras, la gran cúpula, como las bóvedas, será más consistente que la anterior, al estar realizada sin acero en su interior por lo que no se deteriorará de cara al futuro al no producirse jamás un proceso de corrosión, al utilizar el mejor hormigón existente en la actualidad con fibras especiales de polipropileno de larga durabilidad.

Ahora con esta noticia, La Laguna ha recuperado la esperanza de que el templo esté terminado y pueda abrir sus puertas para el centenario de su terminación para el mes de septiembre, después de estar once años cerrado.

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