FUENTE: D. BARBUZANO, La Laguna, para El Día, (15 de marzo 2012)
La nave central de la Catedral de La Laguna está recibiendo los
primeros encofrados de sus columnas, que el próximo lunes serán
rellenados con hormigón mezclado con una fibra especial, para luego
recibir las nuevas bóvedas y cúpula central, que serán construidas en el
propio templo. La fibra de polipropileno y hormigones autocompactables
tienen una durabilidad de 300 años, siempre y cuando se mantengan las
normas de conservación adecuadas.
Según las imágenes captadas este martes, operarios de la empresa
responsable de la obra, Víctor Rodríguez, procedían a entrar en la
iglesia los encofrados de madera de las columnas y capiteles, que son
ajustados a las bases de las antiguas columnas, cortadas en su día, y en
la que se han abierto huecos para engarzar los hierros de sujeción de
los encofrados.
La fibra que se empleará a la hora de rellenar las columnas y el
polipropileno ya han llegado, y mientras siguen las negociaciones en
Madrid, como la reunión que tendrá lugar hoy, la empresa Víctor
Rodríguez sigue con su ritmo normal en lo que a la ejecución de las
obras se refiere, sin detener su trabajo para terminar en el tiempo
estipulado la colocación de la nueva cubierta de la Catedral.
Cabe recordar que los ensayos con la fibra de polipropileno y
hormigones autocompactables que se emplearán en la fabricación de las
bóvedas y la cúpula central han dado un resultado aceptable y se ajustan
al proyecto redactado por el arquitecto y director de la obra de
reposición de la cubierta de la Catedral, José Miguel Márquez Zárate.
La opción que se ha tomado para el techo de la iglesia es el empleo
de bóvedas con doble curvatura y un espesor mínimo, mientras que los
arcos irán armados con fibra de vidrio. El Instituto Eduardo Torroja ha
sido el encargado del estudio de los hormigones citados.
Las bóvedas y todo el proceso de colocación corresponden a la empresa
Víctor Rodríguez, que las hará de forma individual, por entender que es
más artesanal y se ajusta mucho mejor a la realidad de la obra.
El prototipo planteado es el de bóvedas de 10 metros de alto por 9 de
ancho y 10 de largo, realizadas a tamaño natural e igual que las
antiguas, aunque ahora con unos materiales diferentes que garantizarán
la durabilidad y seguridad en la reposición.
El sistema que se utilizará para reponer la cubierta es el conocido
como encofrado deslizante, técnica que consiste en colocar dos hileras
de encofrado sobre las que irán las bóvedas. Cuando fragüen las mismas,
será retirado el citado sistema de sujeción y puesto a continuación para
recibir nuevas bóvedas, y así sucesivamente.
Comentarios
Publicar un comentario